Justicia nacional de Chile reconoce por primera vez el Síndrome de Alienación Parental.

El fenómeno tiene relación con un proceso que consiste en programar al hijo para que odie a uno de sus padres. En Chile, el Juzgado de Familia de Coquimbo dictó un precedente al respecto.

La violencia intrafamiliar es un tema que en los últimos años ha preocupado en demasía a la opinión pública. Se suele contemplar desde la “perspectiva de género”. Pero hay un tema que si bien es bastante común, es ajeno a dicha perspectiva, y tiene que ver con el maltrato psicológico que se produce en los hijos una vez que se han separado los padres. El fenómeno conocido como Síndrome de Alienación Parental (SAP), es un tipo de violencia que se genera en las separaciones contenciosas, cuando el progenitor que custodia al niño, comienza con una campaña de injurias y desaprobación hacia el otro progenitor, llegando el niño al rechazo total hacia esa persona (su papá o su mamá).

Esto tiene innumerables consecuencias como la lejanía que se genera entre el padre afectado y su hijo; el rencor injustificado que se hace partícipe al niño y la más grave es que se rompe un lazo, el cual trae consigo un anormal desarrollo del pequeño.

Para la docente de la facultad de Psicología de la Universidad Diego Portales, Ximena Santa Cruz, «lo peor que puede pasar es que los padres traspasen sus rencores por su pareja al hijo, ya que los niños viven la angustia del padre o madre que está sintiendo el dolor», y agrega que «lo más grave que afecta a los pequeños es que pierden la fe en construir una familia», cosa que los puede marcar en toda su existencia.

PRECEDENTE EN CHILE


En enero de 2008 por primera vez la justicia chilena dictó un precedente sobre un caso relacionado con el Síndrome de Alienación Parental, precisamente en el Juzgado de Familia de Coquimbo.

En la sentencia condenatoria que favoreció a un padre chileno, se declara que «se hace altamente probable la ocurrencia de alienación parental a futuro, que aún bajo la excusa de querer un bien para el propio niño puede impedir su normal desarrollo», se agrega además que «esta situación es la que habilita al Tribunal para intervenir en esta etapa de la vida y de su grupo familiar, lo que podría producirse en una situación grave de vulneración del niño».

La sentencia dictaminó que el niño debe de manera paulatina volver a reencontrarse con el entorno perdido, lo que probó que esta manera de manipular la mente de los hijos es cierta, considerándola como una forma de maltrato psicológico.

El SAP está dividido en severo, moderado y leve en función de la presencia más o menos acentuada de los criterios de identificación del síndrome. Los primeros síntomas que manifiestan esto es con el inicio de una campaña de injurias de uno de los progenitores hacia el otro.

Si bien en un momento los niños son una víctima que sólo reciben el odio que se les quiere inculcar, en el largo tiempo hacen propio estos comentarios lo que los lleva a expresar claramente rencor y es por esto que ha sido definido como un tipo de maltrato.

En Osorno, «hijos primeros» es una organización que reúne a todos aquellos padres y madres que se ven alejados de sus hijos de manera arbitraria, la que a través de su fotolog www.fotolog.com/hijos_primeros ,y su email hijosprimeros@telsur.cl da la posibilidad para que las personas que sufren este drama puedan dar a conocer su caso.

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