Galicia: La Xunta está obligada a intervenir en la manipulación de menores por parte de sus padres (dice hoy Julián Hernández en el diario El País, en su artículo “Qué poco significan las palabras”).

Añadimos que el Ministerio de Sanidad y todas la Administraciones Públicas sanitarias están obligadas a intervenir: “Tanto si se le llama S. A. P. como si se le llama patachintroleniscundia, el hecho existe y es un delito grave en tanto en cuanto estamos hablando de maltrato psicológico de menores indefensos en el ámbito familiar

JULIÁN HERNÁNDEZ

Qué poco significan las palabras

JULIÁN HERNÁNDEZ 01/10/2009

Hay un viejo chiste de esos que pasan en un bar. Un cliente que acaba de pedir un café hace una pregunta al camarero: «¿Tiene sacarina?». Tras la respuesta afirmativa, el hombre dice: «Pues ponme Las flechas del amor, tío». Evidentemente, ¿tiene sacarina? suena igual que ¿tienes a Karina? y de ahí viene el despelote. Visto lo que pasa en el Gobierno central con asuntos muy graves, conviene recordar lo que Karina decía en otra canción: «¡Qué poco significan las palabras, uh-uh!». Era el principio de una estrofa de El baúl de los recuerdos, otro hit de la cantante. Ahora mismo el Ministerio de Igualdad acaba de negar la existencia del Síndrome de Alienación Parental (S. A. P. para los amigos) y entra dentro de un juego absurdo de implicaciones legales, sociales, morales y políticas de alto riesgo. Estamos hablando de la manipulación de menores por parte de progenitores, casi siempre custodios, que predisponen a sus hijos en contra del otro progenitor. Tanto si se le llama S. A. P. como si se le llama patachintroleniscundia, el hecho existe y es un delito grave en tanto en cuanto estamos hablando de maltrato psicológico de menores indefensos en el ámbito familiar. La única implicación de género que tiene esta cuestión es que la custodia la ejercen, en un 90% de los casos de divorcio, las mujeres. Pero es una aberración cometida por igual por los dos géneros humanos conocidos hasta ahora. El presidente Zapatero contestaba el 28 de mayo de 2008 a una madre desesperada agradeciendo el envío del libro de José Manuel Aguilar, que puso nombre a lo de siempre, que es como se le llama al S. A. P. en el Punto de Encuentro Familiar Aloumiño de Vigo. El presidente ha debido de olvidar la lectura de ese libro esclarecedor y recomendable para todo tipo de adultos españoles que tengan menores cerca. Ahora su Ministerio de Igualdad apoya la publicación de un libro que niega la existencia del S. A. P. sin cortarse un pelo. El Juez de Familia de Sevilla Francisco Serrano ha enviado un comunicado a la agencia EFE denunciando esta toma de postura. Si el Gobierno no contesta abriendo un debate público y serio, estará apoyando a un sector antidemocrático y demagógico que pretende perpetuar este tipo de maltrato.

La Xunta está obligada a intervenir en la manipulación de menores por parte de sus padres

Y decimos antidemocrático como podríamos decir antifeminista. Las víctimas de la manipulación de menores -que ampara de forma salvaje el incumplimiento del régimen de visitas, por ejemplo- son también abuelas, tías, amigas o esposas. El entorno del progenitor alienado también es una víctima, independientemente de su sexo. El desprecio por parte de los jueces de familia, de los puntos de encuentro y de los gabinetes psicosociales, de un asunto tan serio es una cuestión política de mucho calado. Si hasta ahora han sido blandos, a partir de este momento están colaborando necesariamente para que se consolide el divorcio como un castigo y no como un derecho. Es así, además, que el aislamiento de los progenitores no custodios, en lo legal y en lo social, se convierte en un drama personal cuando es, claramente, esa cuestión política de la que se hablaba más arriba.

Tiene el Estado Español (Constitución en mano) una oportunidad única con las autonomías. Parte de las transferencias de poder conciernen a lo familiar. La Xunta de Galicia está obligada, por razones éticas y políticas, a intervenir. Si no lo hizo con el gobierno de Fraga ni con el bipartito del PSOE y el BNG, debe hacerlo ahora con la mayoría absoluta del Partido Popular. Cualquier partido político -ya sea de derechas o de izquierdas, nacionalista o españolista- tiene necesariamente que incluir en su programa electoral una posición clara sobre la familia. Cualquier disimulo será considerado un escaqueo y puede ser castigado con las collejas y la abstención. Si las palabras significan poco para nuestros gobernantes, al menos podremos tener derecho a la patada en el culo, actividad sana donde las haya.

Que lo sepan: hay ciudadanos gallegos en la cárcel por intentar ver a sus hijos víctimas de este tipo de manipulación. Desde ya, la más estúpida de las guerras ha comenzado. ¡Uh-uh…!

Un comentario en “Galicia: La Xunta está obligada a intervenir en la manipulación de menores por parte de sus padres (dice hoy Julián Hernández en el diario El País, en su artículo “Qué poco significan las palabras”).”

  1. pedrocruz 18 octubre 2009 at 13:18 #

    SINDROME DE ALIENACION PARENTAL: Ningún niño o niña es tonto. Sólo son inocentes. A mí modo de ver, aunque en la sentencia de divorcio, entre la ley, el juez, el fiscal y la madre de tus hijos, te hayan retirado – siempre previa discriminación por razones de sexo – la mayor parte del ejercicio de la patria potestad y consecuentemente hayan sustraído a tus hijos de casi la totalidad de la relación paterno-filial que hasta el momento de la ruptura de la relación de la pareja era ejercida de forma equilibrada entre los progenitores, si durante esos poquitos momentos que te permiten disfrutar con tus hijos, les ofreces el cariño que necesitan y mantienes una relación sincera, honesta, cercana, abierta y muy comunicativa, difícilmente un niño podrá alienarse contra ti, porque como comenté al principio, NO SON TONTOS, SÓLO INOCENTES.

    En el desarrollo cognitivo, la comprensión de las situaciones o comportamientos, siempre tendemos a comparar lo que se nos dice con lo que observamos y contrastamos, lo que nos lleva a comprender lo que se nos ha dicho y por tanto, a aprender. En la mayoría de los casos, nuestros hijos no saben la realidad de lo que está pasando porque no se la comunicamos abiertamente. Creemos que le haremos daño si lo hacemos y por ello modificamos la realidad en parte o en todo. La realidad es la que es, desde ese instante también es la suya por dura que sea y tienen todo el derecho a conocerla. Cuanto antes la conozcan, antes asimilarán, antes comprenderán, podrán aceptarla y crecerán como personas.

    Si es lunes y no vamos a disfrutar con él hasta el sábado, o bien si tiene que dormir en la casa que habita su madre 26 días de cada 30, no es porque los hijos lo necesiten – pues no existe estudio científico alguno que lo demuestre – o el padre así lo desee, si no porque se acata el imperativo legal de un régimen de visitas (mínima relación necesaria para que los hijos no terminen aceptando “padre”, como “persona que colabora económicamente en mi alimentación y mis estudios”), indicado en un documento que se llama sentencia de divorcio o auto de medidas provisionales y en el cual no hemos participado, entre otras cuestiones porque los únicos que realmente intervienen en la decisión final son la madre, la legislación vigente, el fiscal y el juez.

    Un padre no tiene voz ni voto por muy buen padre que haya sido o por mucho dinero que posea, aunque en ocasiones, esto último, cambia la actitud de algunas personas. Un padre sale del juzgado tal y como entró: con menos derechos que la madre de sus hijos.

    Es verdad que también hay casos en el que el padre desea disfrutar con sus hijos sólo 95 días de cada 365 que tiene el año, o lo que es lo mismo, sólo un cuarto del tiempo en vez de la mitad del tiempo, y firma un convenio regulador aceptando expresamente esta barbaridad prehistórica. Bien, es adulto y toma sus propias decisiones, aunque sus hijos no tendrán la misma opinión.

    Es muy importante para los menores, que su futuro inmediato sea predecible, necesitan saber lo que va a pasar, cuando va a pasar y porqué va a pasar. Por tanto, si nuestro hijo tiene conocimiento en todo momento del porqué de todas y cada una de las situaciones, explicadas con cariño, de forma objetiva y sin sesgar la información que le facilitamos, probablemente nunca podrá ser alienado.
    Pedro Cruz Montesdeoca – Gran Canaria – 18 Octubre de 2009


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